Jugar...con otrxs

*Liliana Stramucci

El juego es la actividad por excelencia de lxs niñxs, su modo de comunicación. Permite entramar conflictivas, traumas, fantasías, posibilidades y limitaciones; ansiedades, frustraciones, temores, deseos, vínculos emocionales, se ensayan mundos posibles y se elaboran experiencias.
Es a través del juego que lxs niñxs pueden descubrir diversos modos de resolver situaciones que lxs angustian, lxs preocupan, lxs conmueven.
Lxs niñxs deben transitar inevitablemente  por distintas instancias de juego, momentos del mismo que son necesarios para dar lugar a otros momentos de juego que los suceden. Lxs niñxs deben poder primero explorar distintos materiales, ya sean juguetes pensados como tales o materiales de uso cotidiano o desestructurados como por ejemplo utensilios de cocina que no sean peligrosos, telas, rollos de cartón, cajas, papeles, etc. que ellxs mismxs transformarán en juguetes.
Esto les permitirá poder descubrir las características y propiedades de los objetos (duro, blando, frío, rugoso, etc.) y dará lugar a la creatividad en su uso. Cuantos más objetos tengan la posibilidad de explorar, más posibilidades tendrán de conocer el mundo que los rodea y de dar lugar a la creatividad.
Así como es fundamental para lxs niñxs jugar, porque esto es lo que lxs forma como sujetos y lo que les dará herramientas para su vida cotidiana, incluso de adultxs, es importante también que puedan jugar con otrxs, ya que el mundo es de esta manera, en un contexto, con determinadas características.
Las necesidades de todo sujeto se satisfacen en la relación con pares, es por eso que es tan importante poder compartir el juego; esto permite recrear vínculos, ampliar logros y obstáculos y desmitificar dificultades.
Para que esto pueda llevarse a cabo con mejores resultados, es necesario que lxs niñxs cuenten con un ambiente seguro y protegido. Donde algún/a adultx pueda sostener y garantizar el espacio y el lugar que cada unx ocupa con sus características personales.
Esto no quiere decir que el/la adultx deba necesariamente ponerse a jugar con ellxs, aunque podría ser una posibilidad, sino que garantice que se van a cuidar y respetar entre ellxs y a los objetos que se utilicen, para poder llevar a cabo el juego en un ambiente de contención y confianza.
Este es un punto valioso para resaltar; que un/a adultx garantice el espacio donde lxs niñxs van a jugar implica que este espacio esté libre de riesgos; un lugar seguro, que brinde contención, con adultxs que habiliten el despliegue lúdico y corporal desde la confianza que deposita en ellxs, en sus posibilidades y capacidades reales y potenciales; evitando también riesgos, como puntas filosas, material punzante, o cualquier otro objeto que pueda atentar contra su integridad. En caso que esto no se pueda evitar, el/la adultx podrá anticipar que un determinado lugar es peligroso y buscar juntxs la manera de protegerse de ello; del mismo modo suspenderá el juego invitando a resolver juntxs la situación si se presenta algún conflicto entre lxs niñxs.
En relación al material que se les brindará, puede ser cualquiera que dé lugar a que lxs niñxs puedan desarrollar al máximo sus capacidades y posibilidades. En el Centro donde trabajo, por ejemplo, un material privilegiado para lxs niñxs es  el colchón; en el que pueden saltar y hacer diversas pruebas dando lugar al registro de sus posibilidades, sus capacidades, sus limitaciones y las de dicho objeto; habilitando la sensopercepción y las modificaciones en el tono debido a la posibilidad de fluctuar entre estados de tensión y distensión que permite este objeto. Esto es algo que todxs lxs niñxs disfrutan y no siempre tienen la posibilidad de hacer. Es cierto que puede ser muy riesgoso, pero si se les anticipa que observen donde termina para no caerse, o se les pone algo abajo para que no se lastimen, o se usa un colchón viejo en el piso los riesgos disminuyen.
Lo mismo puede suceder con otros objetos, todos pueden ser riesgosos y todos pueden dejar de serlo si se toman ciertos recaudos y se anticipan los posibles peligros.
El material que se les ofrezca puede ser estructurado o no, lo importante es que habilite a lxs niñxs a descubrir nuevas posibilidades, a reconocer sus capacidades, a explorar lo que los rodea.
Si bien la presencia del/a adultx es necesaria sobre todo en los primeros tiempos, paulatinamente esta puede ir mermando a medida que lxs niñxs vayan adquiriendo cierta independencia.
Muchas veces, pueden ser acompañadxs con la mirada o con la sola presencia, una palabra, un gesto. Esto dará seguridad a lxs niñxs para continuar su experiencia.
Cuando el juego es con otrxs, que es la propuesta que se está planteando en esta instancia, puede ser satisfactorio aclarar previamente que los objetos que se van a utilizar tienen que ser cuidados, que hay que compartirlos y guardarlos cuando se finaliza el juego. También dejar en claro que si una de las partes no quiere hacer algo puede decirlo y esto va a ser respetado y que no vale lastimarse.
Esto posiblemente tenga que ser recordado durante la instancia de juego y así se hará. Pero no implica que sea necesario ser parte activa del juego de lxs niñxs, ni intervenir en él, sino simplemente asegurar el espacio para que se puedan desplegar lo más libre y confiadamente posible.


*Profesora de Nivel Inicial
Psicomotricista
Psicomotricista co-coordinando grupos de niñxs en equipo de CIDI (Centro Integral de Desarrollo Infantil), Tigre
Psicomotricista en Equipo Terapéutico Pilar
Psicomotricista en consultorio particular
lilianastramucci@yahoo.com.ar