PFQ


¿Por qué es importante que los niñ@s jueguen?

¿Cuándo consultar?

¿Por qué es importante detectar las dificultades tempranamente?

¿Cuáles son los riesgos de la medicación en la Infancia?

¿Por qué las entrevistas con padres/madres/cuidadores son necesarias en el tratamiento de un niñ@?

¿Qué diferencias hay entre el juego en una consulta y el juego cotidiano?



“Quiero tiempo pero tiempo no apurado,
tiempo de jugar que es el mejor.
Por favor, me lo da suelto y no enjaulado
adentro de un despertador”.

Marcha de Osías (fragmento)
María Elena Walsh


¿Por qué es importante que los niñ@s jueguen?

Jugar es divertido. Todos los niños necesitan jugar para crecer sanamente. Si no juega solemos preocuparnos. Jugar es importante para el desarrollo emocional, cognitivo y social del niño. Los niños también encuentran placer en la repetición de sus juegos, porque de ese modo sienten seguridad.

El juego ayuda a elaborar tensiones o tratar de aceptar las situaciones más difíciles o dolorosas y a procesar situaciones vividas durante el día. Al jugar un niño desplaza al exterior sus miedos y angustias. El juguete posee muchas de las características de los objetos reales, pero por su tamaño el niño ejerce dominio sobre ellos y le sirve como instrumento para repetir tales situaciones. Hace activo lo que vivió pasivamente.
Jugar enriquece el pensamiento. Los chicos aprenden a pensar y a resolver problemas: ensayan, descubren, comparan, relacionan. La mayoría de las cosas que los chicos aprenden lo hacen jugando.

Jugando aprenden a convivir con otros. Cuando juegan, aprenden a escuchar y ser escuchados, a aceptar límites, a estar en grupo, a compartir, a comunicarse mejor, a respetar a los compañeros, a incorporar diferentes maneras de pensar y a aprender formas de relacionarnos.

Jugando los chicos nos cuentan cosas que les pasan y que no pueden contar hablando.
Jugar es un derecho de todos los niños y niñas (Convención sobre los Derechos del Niño (1989)

Cualquier lugar puede transformarse en un espacio para jugar. Es importante que los niños tengan en su casa un lugar permitido para jugar.

Los niños juegan desde bebés. Prenderse y soltarse del pezón, descubrir sus manos, escondidas- acá está-donde está, chupar sus pies, laleos como expresión de un juego vocal, llevar objetos a la boca, producir un sonido al golpear los juguetes. Es una manera de descubrir  y explorar el mundo. Descubren y conocen su cuerpo y el cuerpo de los otros a través de los sentidos (miran, escuchan, chupan, huelen, tocan).
A medida que los chicos van creciendo sus necesidades de juego van cambiando. Y los adultos pueden acompañar con su presencia y estímulo. Somos los adultos los que acompañamos a los niños en su descubrimiento del mundo. Para que un niño juegue tiene que haber habido un adulto que haya valorizado sus propuestas, y dado permiso y espacio para jugar.
  
Fuente:
Aberasturi, Arminda: "El niño y sus juegos", 1991, Ed. Paidós.
Irene, Rotemberg: "¿A qué jugamos?", Cuadernos de trabajo,  Plan Nacional de Nutrición y Seguridad Alimentaria. Disponible: http://www.desarrollosocial.gob.ar/



¿Cuándo consultar?

Muchas veces aparecen manifestaciones en los niños que expresan malestar, sufrimiento, angustias, preocupaciones, miedos. En estos casos es recomendable realizar una consulta para que un profesional especializado pueda evaluar si es necesario un tratamiento terapéutico. En ocasiones una consulta de orientación a padres/cuidadores puede ayudar a que el sufrimiento del niño disminuya o desaparezca.

Se debe tener en cuenta cuando se consulta por un niño es que estamos hablando de un sujeto en crecimiento, en proceso de cambio permanente y transformación. Con lo cual no podemos hablar de diagnósticos al modo de cuadros fijos sino de conflictivas en juego, de una historia que se va armando con otros. El sufrimiento de un niño no implica necesariamente un cuadro psicopatológico.

No existen respuestas aplicables para todos los niños, cada niño tiene su particularidad. Tampoco pueden plantearse cuestiones estrictas en la edad cronológica dado que los niños difieren tanto en su desarrollo como en su crecimiento emocional.

Todo niño se encuentra atravesando un momento de transformación y crecimiento constante, este movimiento permanente produce y posibilita cambios. Cuanto más temprana sea la intervención,  mayor posibilidad de cambio habrá.

Fuente: Beatriz Janin: “El Sufrimiento Psíquico en los niños: Psicopatología infantil y constitución subjetiva”, 2011, Editorial Noveduc.



¿Por qué es importante detectar las dificultades tempranamente?

Habitualmente se confunde la importancia de detectar las dificultades tempranamente con rotular al niño con diagnósticos psicopatológicos. Lo que hay que detectar es el sufrimiento de un niño, más que diagnosticar.

Es muy importante detectar dificultades tempranamente, para poder operar sobre ellas y ayudar a resolverlas pero eso no implica dar diagnósticos de por vida ni suponer causas únicas y generales para cada síntoma o dificultad.

Todo niño se encuentra atravesando un momento de transformación y crecimiento constante, este movimiento permanente produce y posibilita cambios. Cuanto más temprana sea la intervención, mayor posibilidad de cambio habrá.



¿Cuáles son los riesgos de la medicación en la Infancia?

Cada vez que se realiza un diagnóstico psicopatológico en la infancia, o se observa una manifestación (tal como hiperactividad, desatención, retraimiento entre otras) tenemos que pensar que estará determinado por múltiples causas, muchas de difícil comprensión dada la complejidad que caracteriza al ser humano.

En la actualidad nos encontramos con un incremento de etiquetamientos psicopatológicos de manera indiscriminada (ADD, ADHD, TGD, Negativista desafiante) donde impera una terapéutica que los aborda simplificando y generalizando  sus determinaciones, como si todos los niños sufrieran por las mismas causas y de la misma manera.

Estas simplificaciones llevan muchas veces a una medicalización del sufrimiento generando la falsa promesa  de una solución rápida a una problemática compleja.

El resultado es que los niños son medicados desde edades muy tempranas, con una medicación que no cura (se les administra de acuerdo a la situación, por ejemplo, para ir a la escuela) y que en muchos casos disimula sintomatología grave la cual hace eclosión a posteriori o encubre deterioros que se profundizan a lo largo de la vida. En otros casos, ejerce una pseudo regulación de la conducta dejando a su vez librado al niño a posteriores impulsiones adolescentes en razón de que no ejerce modificaciones de fondo sobre las motivaciones que podrían regularlas, dado que tanto la medicación como la "modificación conductual" tienden a acallar los síntomas, sin preguntarse qué es lo que los determina ni en qué contexto se dan. Y así, pueden intentar frenar las manifestaciones del niño sin cambiar nada del entorno y sin bucear en el psiquismo del niño, en sus angustias y temores. (Bleichmar S, 1998; Gaillard, 2004; Levin, E, 2004; Lasa Zulueta, 2001)
A la vez, los medios de comunicación hablan del tema casi como si se tratara de una suerte de epidemia, divulgando sus características y los modos de detección y tratamiento. Se banaliza así tanto el modo de diagnosticar como el recurso de la medicación (Amstrong, 2000)
De este modo, todo niño por el mero hecho de ser niño, y por lo tanto: ser inquieto, desatender a aquello que no le interesa, no hacer caso a los adultos, pegar, enojarse, corre el riesgo de ser diagnosticado  y medicado en consecuencia  simplificando así su sufrimiento y sus causas.
Fuente: Consenso de expertos del área de la salud sobre el llamado “Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad”. Disponible en www.forumadd.com.ar



¿Por qué las entrevistas con padres/madres/cuidadores son necesarias en el tratamiento de un niñ@?

La consulta por un niño genera angustia y dolor. Muchas veces se torna difícil la decisión de pedir ayuda con la ilusión de que el conflicto se resuelva solo con el paso del tiempo. Pone en juego la frustración de sus padres/cuidadores por “no poder” con aquello que le pasa al niñ@. A nadie le enseñan cómo ser padre y es una tarea que se ejerce, muchas veces, en soledad.

Las entrevistas con padres/cuidadores tienen como objetivo habilitar un espacio donde se pueda hablar de aquello que los angustia, tramitar el dolor y hacer algo con ello. Genera alivio sin culpabilizar a los padres o al niño permitiendo pensar qué es lo que está pasando. Algunas consultas se llevan a cabo en pocos encuentros brindando orientación, asesoramiento o contención en momentos puntuales de la crianza. No toda consulta por un niño implica el inicio de un tratamiento necesariamente.

Todo niño se desenvuelve en un mundo de adultos, depende de ellos: madres, padres, abuelos, cuidadores. Sus padecimientos, dolores, frustraciones, sufrimiento repercuten en quienes lo rodean y es importante que esto pueda ser escuchado para ser pensado. El problema de un niño es el problema de una familia y una comunidad.

En general, la historia familiar y el vínculo entre sus miembros ocupan un lugar fundamental en el síntoma o padecimiento de sus hijos; y éste, a su vez, en el de aquéllos.  Los adultos suelen repetir con sus hijos, de manera inconsciente, aspectos del vínculo que tuvieron con sus propios padres y esto muchas veces deviene en angustias y/o síntomas.

El relato que las familias realizan sobre la vida del hijo es clave para pensar las conflictivas actuales del niño y proporciona información necesaria para su tratamiento. A su vez, permite que el analista trabaje articuladamente con las instituciones a las cuales el niño concurre, como por ejemplo la escuela.

Los padres/cuidadores a lo largo del tratamiento van reorganizando, además, las representaciones de sí mismos como padres y las del niño, pudiendo así esperar y tolerar los cambios en éste.



¿Qué diferencias hay entre el juego en una consulta y el juego cotidiano?

“Todo niño que juega se comporta como un poeta, pues se crea un mundo propio, o mejor dicho inserta las cosas de su mundo en un nuevo orden que le agrada” (Freud Sigmund, 1908, pág. 127)

Todo analista de niños trabaja mediante el juego, el dibujo y las palabras, que son diferentes modos de expresión privilegiados que poseen los niños para contarnos respecto de su sufrimiento. Son modos de representar lo que viven.

Cuando un niño juega o dibuja en la sesión es diferente a cuando lo hace en su casa o en la escuela, dado que en dicho espacio está el/la analista dispuesto a darle valor de comunicación. Los juegos de los niños nos cuentan de sus fantasías, conflictos, temores, angustias, identificaciones, displaceres, de su historia.

En el caso de los niños que no juegan, algo grave está pasando. El analista intentará entrar en el mundo del niño generando la posibilidad de un encuentro consigo mismo y con el juego.

El analista y el niño van a estar dedicados, durante el tratamiento, a ver el problema o sufrimiento que el niño está atravesando y a encontrar juntos las herramientas para resolverlos. 

El juego y el dibujo son narrativas, modos de decir que solo pueden ser pensados en relación con la historia singular de cada niño y que adquieren un valor diferente en el contexto de un tratamiento psicoanalítico.

Fuente: 
Cuestiones de Infancia: "Juego, dibujo e interpretación". Revista de Psicoanálisis con Niñ@s, Año 2006, Vol. 10 , UCES.