¿Como piensan los bebes?



Lic. Noemí Beneito

Nuestro trabajo en Acompañamiento del desarrollo busca entender, para actuar en consecuencia, que es lo que sucede en la cabeza de los bebés.
Intentar comprender esto nos lleva a la búsqueda y a la investigación a través de numerosas disciplinas: psicología, neurociencias, lingüística, cognitivismo….

Lo que no podemos dejar de sostener desde el principio es que los bebés, aun los más pequeños saben, conocen y aprenden del mundo externo muchas mas cosas que aquellas que habíamos imaginado hace años.

Todo bebé reflexiona y extrae conclusiones, de acuerdo a ello, puede prever acontecimientos futuros, buscar explicaciones acerca de aquello que le resultara interesante o desconocido y a partir de ello, iniciar algún tipo de experiencias.

Sus capacidades de aprendizaje son mayores de todo aquello que suponíamos.
Nuestro trabajo en Acompañamiento del Desarrollo llevado a la estimulación de bebés que sufren o han sufrido algún trastorno o alteración en su desarrollo, nos enfrentó a esta realidad sorprendente y maravillosa, de un niño pensante y actuante de acuerdo a aquello que podía, quería y se le permitía desplegar.

Nuestra conclusión, luego de años de trabajo, es que todo niño puede llegar a hacer aquellas cosas que no solo desea sino aquellas que estén dentro del marco de sus posibilidades y que sólo un adulto atento puede ayudar a desplegar.

Observando a un bebé RN o en brazos de su madre o dentro de una incubadora, nos remitimos a una realidad casi insospechada hace algunos años: que frente a nosotros está en vías de desplegarse la máquina de aprender más poderosa del universo (1)

Observamos los movimientos de la boca y dedos, primeras y mas delicadas herramientas de investigación. Observamos las respuestas a los sonidos maternos que serán transformados en lenguaje.

Nos asombramos frente a las miradas que no sólo se dirigen a ese adulto sino que descubren los sentimientos más profundos de él.

¿Cómo se producirá el proceso de cambio e intercambio? ¿Cómo será la evolución y transformación de ambos en vías de armar sistemas de comunicación?

Los bebés y los niños en general poseen mecanismos de aprendizaje extremadamente poderosos, que le permiten modificar, reformular y reestructurar espontáneamente sus conocimientos.
La observación continua de los bebés y el análisis de la actividad espontánea nos ha ayudado a organizar nuestra percepción de los procesos mentales.

Nos encontramos frente a un bebé pequeño cuyo cerebro sensible se deja influenciar profundamente por los acontecimientos del ME.
No estamos frente a un adulto deficiente. Por lo tanto y ya enfrentados a un niño de características diferentes, no los catalogaremos por aquello que no pueden, no conocen o no saben cómo hacer.

Sostener que sólo es el adulto el que sabe cómo “enseñar” “completar” a un niño, que es sólo él quien puede estar encargado de rellenar lagunas es olvidar o desconocer que los niños no son páginas en blanco ni seres “intuitivos”: Los niños piensan, observan y razonan. : consideran los hechos, extraen conclusiones, resuelven problemas. Por supuesto, todo ello en relación al ME que conocen tanto de objetos como de sujetos.
Pero de algo podemos estar seguros: que saben muchas mas cosas sobre el mundo que aquellas que pensamos y además buscan en todo momento saber más acerca de lo que los rodea.

Piaget ha demostrado que la percepción que los bebés tienen del mundo era tan compleja y estructurada como aquella de los adultos, pero que a su vez, que cuantitativamente esas dos percepciones eran profundamente diferentes.

Como los adultos, los bebés arman teorías sobre la gente, sobre el mundo externo y sobre el lenguaje, pero sus ideas no son iguales a las nuestras: si no ven el objeto pueden pensar que este no existe más.

Pero lo que también sostenía Piaget era que los bebés disponen de poderosos mecanismos de aprendizaje que le permiten elaborar sin cesar nuevas imágenes del mundo, por supuesto, imágenes muy diferentes de aquellas de los adultos.

Nuestra forma de acercarnos a los nuevos conocimientos también exige una aproximación progresiva a ellos, corrigiendo errores y afinando ideas como forma de rectificar o ratificar diversas teorías.

¿Por qué esperamos entonces que un niño encuentre la respuesta o la solución a un problema en un primer intento y de una sola forma o en un solo camino?

Piaget formuló la teoría de la asimilación y acomodación para entender y explicar este proceso, al igual que Vigotzki sostuvo el valor de la presencia del adulto a lo largo de este proceso.
Según Vigotzki, el adulto es una especie de herramienta utilizada por los niños para resolver el problema del conocimiento. El elemento que hay que tener en cuenta es que ambos elaboraron sus teorías a partir de la observación de bebés y niños pequeños en su ambiente natural: es decir no son el resultado de pruebas y evaluaciones estandarizadas.

¿Es posible conocer a un bebé que no habla? ¿Qué nos dicen sus gestos? ¿su rostro, sus acciones, los movimientos de los ojos?
Llamó la atención el título del film de Martino: “El bebé es una persona” Asombró esa definición, ¿era necesario aclararlo? Surge la pregunta: ¿Qué tipo de persona es? ¿Qué le gusta? , ¿Qué puede? ¿Cómo son sus procesos de aprehensión del ME? ¿Es que un niño de 6 u 8 o X meses puede funcionar de manera diferente a otro niño de 6- 8 o x meses? ¿O todos los bebés de determinada edad deben funcionar de acuerdo a esas pautas pre establecidas?

Desde el nacimiento los bebés diferencian rostros y voces humanas. Desde los primeros días reconocen voces y olores familiares.
Mucho antes de saber o de poder desplazarse en forma independiente, reconocen distintas expresiones emocionales: alegría, cólera, tristeza….

Los bebés pueden imitar al adulto. Lo describió Zazzo y lo podemos comprobar constantemente .Meltzoff hizo la experiencia con bebés de menos de 1 hora de vida observando bebés RN que imitaban su gesto (2)
Aquello que puede ser tomado como un gesto simpático o gracioso, es realmente sorprendente y extraordinario: ¿es que un niño ha podido captar la similitud entre la sensación interna de los movimientos de la lengua y el rostro adulto que tiene frente a él? Evidentemente si, ha captado y puede continuar encontrando todo el sistema de relaciones entre sus sensaciones internas, íntimas y los movimientos de la persona que se le ha acercado y eso sólo a partir de la visión.

El adulto puede murmurar tonterías, puede exagerar los gestos de su rostro, puede variar el ritmo de la entonación. El diálogo se establece a partir de todos estos matices y aparece como una danza elaborada, un diálogo con palabras tal vez absurdas, pero que es una canción de amor: el diálogo ha comenzado, el otro está allí y el bebé aprende que él es como los otros y los OTROS están con él.

Está absolutamente demostrado que en la comunicación interhumana, hay elementos no verbales: el gesto, la mímica, los movimientos corporales, la postura que juegan una función esencial en el proceso organizador interaccional.

Spitz entiende por comunicar cualquier cambio de conducta, reconocible, consciente o inconsciente, dirigido o no dirigido por medio del cual una o varias personas influyen en la percepción, los sentimientos, los afectos, ideas o actuaciones de otra persona. (3)

En nuestro trabajo tomamos en cuenta el hecho de que a través de la comunicación, del intercambio de señales se establecen relaciones sociales entre los hombres. Es por ello que hablaremos sobre todo de conducta comunicativa pues desde los primeros días de vida aprovechamos los elementos no lingüísticos de la interacción. Intentamos que los niños puedan establecer relaciones entre si y con los adultos mediante el empleo de signos y señales.

Es por esto que no pueden considerarse de manera separada comunicación e interacción, la una no es posible sin la otra. Según Peter Heinemann “La conducta de las personas que se comunican entre si, que se interaccionan, es una conducta tanto comunicativa como interactiva.” (4)
La conducta comunicativa es siempre una conducta interactiva y el comportamiento interactivo es siempre comunicativo.
Interactuar es comunicar, es estimular, es ayudar al niño en su despliegue. Esta es la función del adulto.


Lic. Noemí Beneito

* Psicomotricista. Maestra Normal Nacional (Buenos Aires), Profesora Especializada en irregulares Motores (Buenos Aires). Consejera en Rehabilitación (México), Profesora en pedagogía terapéutica (España), Especialista en psicomotricidad (Fac. de Medicina de la Universidad de París) y Licenciada en Psicomotricidad Educativa (Mendoza),
Ha sido Directora de Carreras de Formación Docente y de Pos título en las Universidades Nacionales de Catamarca, Cuyo y Buenos Aires (Argentina).
Es co-fundadora de la Asociación Argentina de Psicomotricidad y de la red Pikler Argentina APLA.
Fue profesora de Psicomotricidad en las carreras de Profesorado en el Instituto Nacional Superior del Profesorado en Educación Especial de Buenos Aires, Argentina.
En la actualidad trabaja como capacitadora y asesora permanente de instituciones de formación y capacitación docente de nivel Universitario en Perú, Bolivia, Chile y Argentina.

Bibliografía:
1: Gopnik, Meltzoff y Kuhl, Comment pensent les bebes? Le pommier
2. - Meltzoff, A.N y Moore M.K. “Imitation of facial and manual gestures by human neonatos” Science, 198, 1977, 75-78
3. - Spitz No y Si.1957
4.- Pedagogía de la comunicación no verbal. Peter Heinemann. Pág.22 Edit. Herder