La lectura, hoy

                                                                   Prof. Bettina Caron[i]


      Hoy en día, incentivar en los niños pequeños el deseo de leer tiene razones muy especiales y ofrece ventajas necesarias para la crianza dadas las características del mundo actual, por ejemplo, el abuso de la tecnología de las comunicaciones en la vida cotidiana, como la TV, los video-juegos, Internet, teléfonos celulares y muchas otras pantallas. Aspectos que contribuyen a la dispersión, la falta de concentración y la disminución de la capacidad de abstracción, entre otras características. Por el contrario la lectura, así como la narración mientras no puedan leer solitos, tanto de cuentos como de anécdotas personales y de la historia familiar, son invalorables porque estamos estimulando la concentración, la capacidad reflexiva y de imaginación, la escucha, también la de sí mismo, la empatía o   posibilidad de ponerse en el lugar de los otros, a través de la identificación con personajes y situaciones, más allá de los valores estéticos que puedan tener los textos o relatos compartidos con ellos. Además, hoy en día, la lectura literaria es considerada como un elemento importante en la construcción de la subjetividad - lo que cotidianamente denominamos como  “el mundo interior”- , ya que esas historias estimulan un vínculo con el lenguaje en el que la palabra tiene un poder evocador y emocional para cada lector que está ausente en el lenguaje de la comunicación cotidiana y en el de los medios masivos.  De este modo estaremos colaborando en aspectos muy importantes del desarrollo saludable de la construcción de la subjetividad del niño, alimentando la imaginación,  la capacidad de pensar, la capacidad de simbolización, que más tarde posibilitará el pensamiento abstracto, que hoy se ve dificultado por la falta de lectura y el exceso de imágenes. Por esta razón es importante ya desde tan temprano, la presencia del libro- juguete en la vida del bebé: libros pequeños, de tela, de plástico, de cartón; con imágenes planas y sencillas; de colores definidos, con o sin texto. Libros para manipular, morder, apretar, oler, chupar, golpear...La manipulación del libro permite una enorme cantidad de experiencias sensoriales con la vista, el tacto, el gusto, el olfato, el oído y el desarrollo motor. Al hablar del oído  no es porque sean necesarios los libros que funcionan con pilas, (que además son peligrosas), sino que hablamos de los sonidos naturales que el bebé mismo produce al manipularlos. Es muy distinto como experiencia para un niño, agarrar, tocar, abrir, cerrar, darlo vuelta, chupar, golpear y mirar el libro del derecho y del revés,  para después empezar a descubrir una imagen que le atrae más que otra, un libro que le gusta más que otro, que apretar un botón para que aparezca un sonido ya que ése  es un acto mecánico que no admite variantes personales.

   Ya más tarde les enseñaremos a cuidarlos, a ponerlos en su primera biblioteca de tela o de madera, a salir a comprar un libro en la librería, a elegir, a visitar una biblioteca y luego ya vendrán ellos mismos a compartir con nosotros lo que leen en la escuela o en casa.

  Es necesario que desde que alimentemos en ellos el gusto por los libros, desde que son bebés, no se le den  varios libros simultáneamente, sino de a uno, con una frecuencia  que le dé tiempo a la exploración y al descubrimiento de cada uno como un objeto único que merece una atención especial. 

    De lo contrario estaremos estimulando, con los objetos, una vinculación tipo “zapping”, es decir una actitud  consumista al generar disfrute en la cantidad y no en la calidad, velocidad,  en vez de lectura profunda, lenta y placentera; ansiedad y dispersión.
  Además, cuando con el niño en el regazo, le leemos o le contamos esas mismas imágenes, es decir cuando ponemos la voz, las palabras y el cuerpo, estaremos creando ese espacio tan necesario de comunicación intersubjetiva que le ayudará a vincularse con el entorno cultural y social más adelante.

El mundo de la imagen, la televisión, la tecnología sofisticada y el sistema consumista en que vivimos  coinciden en manipular nuestro tiempo interno, que no es respetado cuando vivimos en un eterno zapping, pero no sólo con la televisión, sino con casi todo lo que impone la cultura del consumo. Vivimos corriendo, estresados, ansiosos y nunca satisfechos con nada y por lo tanto la lectura literaria, la que emociona y transforma al individuo no tiene tiempo, ni espacio en nuestras vidas. Tiempo que hay que buscar y encontrar, por su  valor terapéutico, hoy más que nunca, también como adultos, para así, además, poder predicar con el ejemplo...Que nos vean leer es quizás la manera más efectiva de que nuestros hijos o nietos lean.

La lectura demanda concentración, una inmersión - o inversión -  en nuestro mundo interior, olvidarse del afuera por un rato, con esa lectura que conmueve, emociona, que  nos hace sonreír o llorar y que puede ser cómplice de nuestros más escondidos recuerdos al permitirnos un encuentro con ellos, con nosotros mismos. 

La lectura es nuestro resguardo para no dejar de ser quienes somos o para encontrar aquél que aún deseamos ser...
 
    Volviendo, entonces, al comienzo de la nota sobre las buenas razones para promover la lectura, podemos ahora, y a modo de conclusión, entrever que además de ser la puerta de entrada hacia el aprendizaje - desde el Jardín a la Universidad - porque todo aprendizaje es lingüístico, es, además una suerte de vacuna contra la dispersión, el estrés, la ansiedad y el zapping.

  Es, además, como decían las abuelas y las maestras de antaño: una compañía para toda la vida, porque la lectura acompaña en el sentido de ser una voz que sostiene, que alimenta el mundo interior.  Experiencia que luego continúa, para bien de los niños, cuando niños y  cuando adultos. Y será para nosotros, que los veremos crecer con los libros, una verdadera gratificación por haber sembrado a tiempo y  en el momento oportuno.




[i] Bettina Caron es Prof. y Lic. en Letras egresada de la U.B.A. Investigadora y especialista en Promoción de la Lectura y en Literatura Infantil. Ha publicado cuentos para niños y ensayos sobre lectura y escritura.